¿Tienes un mueble antiguo en casa y no sabes qué hacer con él? Si te apasiona el mundo de las renovaciones, la decoración con alma y los detalles rústicos que cuentan historias… este post es para ti
Antes

Hoy quiero compartirte cómo convertí un mueble castellano blanco, desgastado por el tiempo, en una pieza única y renovada con mucha personalidad. Un cambio que no solo transformó el mueble, sino también el ambiente donde ahora está.
El mueble original tenía una estructura preciosa, con molduras clásicas y barrotes torneados, pero su acabado blanco opaco ya no encajaba con el nuevo estilo de mi hogar. En lugar de desecharlo, decidí darle una nueva oportunidad con un look vintage y natural, rescatando lo mejor de su esencia.

Pasos a seguir…
Primero, eliminé la pintura vieja y traté la madera cuidadosamente. Para revivirla, utilicé aceite de tung, un producto natural que nutre y protege profundamente, ideal para proyectos de restauración. Si no lo conoces, puedes aprender más sobre sus beneficios en este artículo especializado sobre el aceite de tung.
Luego, pinté las puertas y cajones en un verde musgo profundo y elegante, que aporta frescura y carácter. Para resaltar las molduras y herrajes, usé un tono blanco envejecido que da ese contraste encantador y auténtico. La tapa superior fue trabajada con betún de judea para realzar la veta, y finalmente protegida con un barniz satinado que aporta un brillo sutil y duradero.
Resultado final…

Este mueble ahora no solo es funcional, sino que se ha convertido en un punto focal lleno de encanto en mi hogar. Y lo mejor de todo: está hecho con mis manos, mi tiempo y mucho cariño.

Si tú también sueñas con renovar un mueble antiguo, no tengas miedo de empezar. ¡Vale totalmente la pena!
Déjame tus dudas o cuéntame si te animas a probar. Estoy feliz de compartir lo que he aprendido y seguir creciendo juntas en este mundo de creatividad, transformación y belleza hecha a mano.
